ESCUELA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Este espacio es un lugar de conocimiento creado por quienes trabajamos en la materia Taller de Medios de Comunicación. Invitamos a profesores, alumnos y quienes estén interesados en todo aquello que se relaciona con el análisis de medios, su relación con la escuela y la comunidad a participar y compartir esta experiencia maravillosa...

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Libertad de pensamiento y expresión...
"Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones o ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier procedimiento a su elección"...

(Pacto de San José de Costa Rica, Convención Americana de Derechos Humanos, Artículo 6, 1984).

18 sept 2010

Dueños del mar austral:

La Ballena Franca Austral domina los mares del hemisferio sur. Son animales tranquilos, curiosos y que nadan lentamente. Frecuentemente presentan comportamientos típicos como saltos y golpes en el agua con las aletas y la cola, que se cree que tendrían una función de comunicación o de juego.
Es un animal muy dócil, con una gran dedicación en el cuidado de sus crías. Es un mamífero que mide aproximadamente 15 metros y pesa entre 40 a 60 toneladas. Su piel es lisa y elástica, de color azul muy oscuro casi negro, con manchas blancas en el abdomen, y se caracterizan por comer krill.
El aspecto más característico de estas ballenas, es la presencia de callosidades, en la parte superior y costados de la cabeza. Cada ballena tiene un único patrón de callosidades que no varía con el transcurso de los años, lo cual permite individualizarlas y así identificar a los distintos ejemplares.
La Ballena Franca Austral fue declarada Monumento Natural ya que la caza indiscriminada de estos cetáceos la puso en peligro de extinción. Gracias a las medidas tomadas para su protección se estima que en la actualidad existen aproximadamente 7000 ejemplares y su población crece a razón de un 7% anual. Sin embargo, estas ballenas casi desaparecieron bajo los arpones de la industria ballenera y a pesar de que ahora es una especie protegida, se debe continuar protegiéndola de potenciales amenazas.
Hoy en día las ballenas siguen sufriendo amenazas por lo que, a pesar de ser una especie pasiva, muchas veces pueden reaccionar de mala manera ante la presencia de alguna embarcación cerca o cuando sienten que su seguridad está siendo amenazada como ocurrió en las costas de la Ciudad del Cabo el 18 de julio cuando una pareja; Ralph Mothes, 59, y Paloma Werner, 50; salió a navegar en su yate "Intrepid".
Cuando se encontraban entre el islote de Robben Island y el de Blouberg avistaron a una ballena franca austral a unos 100 metros de ellos. Apagaron el motor y permanecieron a distancia durante una hora. El animal parecía nervioso e intranquilo ya que estaba haciendo numerosos saltos.
Entonces el cetáceo, en un comportamiento inesperado, se dirigió hacia el yate a toda velocidad e intentó sobrepasarlo pero, al saltar, cayó sobre la embarcación, la cual sufrió graves daños. El animal, que pesa unas 40 toneladas, destruyó el mástil principal de unos diez metros de largo pero el casco no se rompió ya que era de acero naval.
Luego del ataque la ballena regresó al agua y se alejó. Los ocupantes salieron ilesos y pudieron regresar al puerto.

La señora Wernes declaró “Fue realmente increíble y muy terrorífico. La ballena tenía el mismo tamaño que el velero. La habíamos visto 100 a unos 100 metros y creímos que no la veríamos más. Repentinamente estaba al lado nuestro.”
Ralph Mothes agregó: “Nosotros asumimos que se iría debajo del barco pero instantáneamente surgió desde el mar. Nosotros tuvimos muchísima suerte por el enorme peso del animal”.
Según testimonios, el animal estaba siendo perturbado por el “Intrepid” y perseguido por otra embarcación momentos antes del ataque. También señalan que no respetaban la zona de exclusión de 300 metros impuesta por las autoridades marinas. Por lo tanto, las autoridades costeras iniciaron una investigación para determinar si el cetáceo había sido molestado o provocado antes del incidente.
Este caso es una prueba irrefutable de que las personas no deben acercarse a las ballenas ya que está prohibido perseguirlas, molestarlas o tocarlas. Ante la presencia de extraños pueden reaccionar de forma impredecible. Por lo tanto es mejor mantener una distancia prudente para evitar posibles daños y heridos.


Nerina Fay.